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Principios de conducta en tiempos de pandemia


Desde finales del año 2019 estamos padeciendo una amenaza global: la aparición y extensión del virus Covid-19.  En estas páginas se presenta un análisis, desde la perspectiva de los Principios del Comportamiento, de la respuesta que el gobierno y la ciudadanía de España han dado ante esta amenaza.

1. Tres respuestas.

La respuesta inicial del gobierno fue la de infravalorar el peligro: "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado" y "con la información que tenemos ahora mismo, hay indicios de que esta enfermedad sigue sin ser excesivamente transmisible" (1). 

La siguiente respuesta consistió en un sorprendente movimiento pendular: tan solo seis días después de haber permitido y alentado la celebración de varios eventos multitudinarios el gobierno declaró el estado de alarma "para contener la propagación de la enfermedad". Y efectivamente, tras meses de confinamiento, el número de ingresos hospitalarios disminuyó pero, con los datos disponibles, no es posible afirmar lo mismo del número de infectados. Éste siguió aumentando conforme se realizaban cada vez más tests (2).

Tras la "desescalada" la entrada en la última fase, "la nueva normalidad", se produjo por concesiones políticas y presiones territoriales ante las que quedó supeditado cualquier criterio basado en datos epidemiológicos. La respuesta que se observó en esta fase por parte de la ciudadanía consistió en otro movimiento pendular: volver impetuosamente a los comportamientos anteriores a la aparición del virus, como si éste hubiera desaparecido para siempre. 

Tras seis meses desde el comienzo del confinamiento, es evidente que la respuesta de España ante el virus no ha sido eficaz.  Los resultados sanitarios y económicos lo muestran con claridad. Dos noticias recientes son suficientes para corroborarlo: 

· España lidera a fecha 1 de septiembre la incidencia acumulada de casos de covid-19 -el total de casos por cada 100.000 habitantes- en Europa. (3)
· La UE confirma la debacle española: líderes en caída de PIB y destrucción de empleo. (4)

2. Analizando el comportamiento.   
 
Los comportamientos individuales observados durante el confinamiento y durante la "nueva normalidad" abarcan desde el autoconfinamiento voluntario hasta el incumplimiento palmario de las normas sanitarias, e incluso la negación de la existencia del virus o los intentos grupales de autocontagio. Estos comportamientos también se han observado en otros países. Entonces, ¿por qué en España la incidencia del virus es mayor? Quizá la aplicación de unos pocos principios del comportamiento permita entenderlo, al menos en parte.

El control del comportamiento humano es, en gran medida, resultado de dos tipos de aprendizaje. 

Uno de ellos, el "aprendizaje social" (introyección de principios éticos, normas sociales, valores y convicciones), es específicamente humano y explica la autorregulación de la conducta en ausencia de controles externos. Obviamente, el contenido de este aprendizaje es diferente en distintas sociedades, en diferentes individuos e incluso va cambiando a lo largo de la vida en cada persona ya que depende de la influencia educativa y de las experiencias particulares de cada persona.  
El otro tipo de aprendizaje consiste en el establecimiento de asociaciones entre la situación o estímulo, la conducta y sus consecuencias. Este aprendizaje puede explicar cómo la conducta se regula por factores externos (la situación estimular y las consecuencias). En general, las conductas que en una situación concreta van seguidas por consecuencias agradables se "refuerzan", es decir, tienden a repetirse cuando se vuelve a presentar la misma situación, mientras que las conductas a las que siguen consecuencias desagradables (lo que llamamos "castigo") tienden a desaparecer. Aunque aparentemente este tipo de aprendizaje produciría un comportamiento uniforme y con cierto carácter de automatismo, numerosos factores influyen sobre la percepción que cada persona tiene tanto de la situación estimular como de de las consecuencias, contribuyendo a que ante una misma situación los comportamientos de diferentes individuos sean, también, muy diferentes.

Apliquemos estos principios del comportamiento a lo ocurrido en España.

A) En relación con la SITUACIÓN ESTIMULAR.

- Durante el confinamiento la mayor parte de la población cumplió las normas establecidas. La restricción de movimientos facilitó la tarea de control por parte de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.  Aunque sea difícil estimar la proporción, es probable que una gran parte de los incumplimientos totales fueran detectados y sancionados. Y es importante que la mayor parte de ellos fueron llevados a cabo de forma individual o en grupos reducidos.

 - La situación estimular al final del confinamiento se caracterizaba por los efectos motivacionales de la privación. Tras uno de los confinamientos más duros y prolongados de Europa, existían unas comprensibles ganas de disfrutar de actividades que habían sido restringidas.

- Pero sin tener en cuenta el factor anterior, el gobierno lanzó mensajes y consignas que tergiversaron la gravedad de la situación, disminuyendo la sensación de peligro. Según el gobierno la epidemia estaba controlada y era necesario salir a la calle disfrutar de la nueva normalidad para reactivar la economía.

- También desaparecieron rápidamente las limitaciones del comportamiento.  En pocas semanas casi todo lo prohibido anteriormente llegó a estar permitido. Esto, además de eliminar la sensación de peligro, sin duda propició la propagación del virus (5).  

- Se retornó indiscriminadamente a las fiestas y reuniones familiares y con amigos. La situación estimular característica de estos entornos facilita una sensación ilusoria de seguridad y la relajación de la atención. Es un efecto de lo que se denomina "control de la conducta por el estímulo": no es extraño que conforme transcurre la reunión y, sin tener conciencia de ello, reaparezcan los hábitos de comportamiento establecidos a lo largo de años de relación y vayan relajándose las conductas de prevención. Además, si la reunión tiene un carácter festivo, hay que sumar el efecto desinhibitorio que el alcohol tiene sobre el comportamiento. Dada la peculiaridad de las relaciones familiares y de amistad es posible que muchas personas ni siquiera consideren la posibilidad de contagiar a sus parientes o de ser contagiado por ellos. 

B) En relación con las CONSECUENCIAS de la conducta.

- La ausencia de castigo.  Ya antes de terminar el confinamiento aparecieron artículos de prensa avisando que muchas de las sanciones impuestas durante el mismo no se podrían cobrar (6). Si esto es así, la conducta no va seguida por la consecuencia y, obviamente, queda anulado el efecto del castigo.

- La demora del castigo. Un castigo es eficaz cuando ocurre inmediatamente después de ocurrida la conducta, ya que permite establecer una clara asociación conducta-consecuencia. Aunque el boletín de denuncia se entregue de inmediato al infractor y pueda producir cierto efecto de control sobre su conducta futura, lo que realmente hace que el castigo resulte eficaz es la pérdida de dinero.

- La ausencia del castigador. Tras el confinamiento desapareció súbitamente el control policial. Es bien conocido que las conductas castigadas reaparecen en ausencia del castigador. 

- El castigo "natural" es demorado. Los síntomas y daños físicos causados por el virus (que actúan como un "castigo natural") no se manifiestan de inmediato en los contagiados (demora del castigo) y en el caso de los contagiados asintomáticos, no llegan a presentarse (ausencia del castigo). Además, el valor disuasivo de la amenaza correlaciona positivamente con la edad. La enfermedad no suele resultar letal en el caso de personas jóvenes, de modo que éstos no temen contagiarse. Estos dos aspectos son muy importantes. Si el virus tuviera la misma rapidez de actuación y letalidad que otros virus conocidos el comportamiento de la población habría sido uniforme y muy distinto al que hemos observado. 

- No se han reforzado (premiado) las conductas adaptativas. El único ejemplo que conozco es, curiosamente, el promovido por una compañía de seguros que aumenta gratuitamente la extensión del seguro a los a los conductores que no reportaron partes durante el confinamiento. 

C) En relación con el AUTOCONTROL.

- El recurso a la responsabilidad individual como forma de controlar el comportamiento no surtió efecto (7). Por el contrario, pronto se puso de manifiesto la "irresponsabilidad" de muchos individuos (8). Y esto es así porque lo que llamamos "responsabilidad individual" es precisamente eso, individual. No tiene el mismo contenido para cada individuo.  
 
- La ausencia en los medios de comunicación de imágenes y testimonios de afectados por la enfermedad (9) impidió que la población observara las desastrosas consecuencias de estar infectado y, en consecuencia, imposibilitó el aprendizaje vicario (aprender de lo que vemos que ocurre a otras personas). Se nos proporcionaron, eso sí, cifras. Pero cifras que no se ajustaban a la verdad. Esta política de censura y falseamiento continúa actualmente (10) y tiene como consecuencia que la ciudadanía no se forme una idea clara de la gravedad de la amenaza y, por tanto, mantenga una errónea sensación de invulnerabilidad.

- Por tanto, no puede sorprender el hecho de que muchas personas manifiesten que no saben dónde y cómo se han contagiado (11). Este dato indica que existe un fallo en las estrategias de autocontrol. Bien porque estas personas no han interiorizado las medidas de prevención o bien porque ni siquiera son conscientes de haber llevado a cabo conductas de riesgo o porque, al no tener conciencia de la gravedad del peligro éstas fueron tantas que no saben cuál de ellas provocó el contagio o, simplemente, porque no dicen la verdad. 

3. ¿Qué hacer?

En términos de adaptación y supervivencia, hay que cambiar la respuesta
En España se adoptó la estrategia de convivir con el virus, pero no ha dado resultado. En algunos países asiáticos se adoptó la estrategia de aislar al virus y éstos han obtenido mejores resultados (12). Debemos aprender de ellos (13).

Las medidas que se proponen a continuación parten de la consideración de estos tres hechos:
 
3.1) "Las reuniones familiares, el ocio nocturno y el ámbito laboral son los principales focos de contagio" si bien se estima que solamente el 15 % de los focos se producen en el ámbito laboral (14a, b). Por tanto, la mayor parte de los contagios se producen en actividades y ámbitos no relacionados directamente con el trabajo.  

3.2) Hay individuos que por múltiples motivos no respetan las normas de prevención. Pero resulta incontestable que hay individuos infectados que no se aíslan. Un infectado, (no importa si es consciente o no de ello) es un transmisor del virus. Si este individuo pasea, corre, va a comprar, se pasea en bicicleta, come en un restaurante, va a una fiesta, a una boda o, simplemente convive con sus familiares sin aislarse, es un potencial homicida. Lo único necesario para que realmente acabe siéndolo es que se den las adecuadas circunstancias para que transmita la suficiente carga vírica a personas vulnerables. 

3.3) Puesto que la "responsabilidad individual" no produce una respuesta uniforme en una dirección que permita controlar la propagación del virus, son imprescindibles controles externos del comportamiento.

Partiendo de estas tres premisas y atendiendo a los principios del comportamiento anteriormente expuestos se proponen las siguientes medidas, intentando un balance entre salud y economía, para conseguir una adaptación eficaz al cambio ambiental generado por la aparición del virus:

a) La creación de un grupo de expertos real formado por científicos, médicos y economistas seleccionados no por afinidades políticas sino por su valía. Un epidemiólogo o un economista, cuando aplican sus conocimientos específicos, no tienen dudas acerca de cuáles son las medidas a adoptar. El problema es que lo deseable desde el punto de vista sanitario es incompatible con lo deseable desde el punto de vista económico. Por tanto es este grupo, actuando en coordinación, el que debería proponer los límites al comportamiento y diseñar las medidas para la "reconstrucción". Podemos tomar ejemplo de otros países europeos (15). Aunque es improbable que esto ocurra, teniendo en cuenta el desinterés de este gobierno por la colaboración de expertos bien capacitados (16a, b). 

b) Una respuesta eficaz debe regirse por criterios epidemiológicos establecidos por estos expertos. La selección de comportamientos permitidos en cada distrito, ciudad o autonomía en cada momento debe basarse en tales criterios.

c) Desde un punto de vista conductual y dada la gravedad de la situación es necesario clasificar ante la población qué comportamientos se permiten o no utilizando inicialmente estas dos categorías: "imprescindible" y "prescindible". Así, por ejemplo, producir y distribuir alimentos o mantener en funcionamiento los servicios sanitarios es imprescindible. Ir a una discoteca o tener una reunión para disfrutar con familiares o amigos es prescindible.  

No hay que perder de vista que el virus sigue expandiéndose. En las actuales circunstancias hay que postergar el esparcimiento. La palabra recoge perfectamente la idea, porque esparcimiento significa, además de "diversión", "dispersión" y "diseminación". Teniendo en cuenta los datos presentados en el apartado 3.1, si se suprimieran solamente el ocio nocturno y las reuniones familiares o de amigos durante unas pocas semanas los contagios deberían disminuir en una proporción importante. No parece probable que esa medida produjera efectos desastrosos sobre la economía o la salud psíquica de la población, que podría continuar su actividad laboral. 
Una vez contenido el nivel de transmisión hasta el punto señalado por los expertos, se podrían incluir progresivamente en la lista de actividades permitidas otros comportamientos que se consideren "necesarios" o "convenientes". Pero esta inclusión debería hacerse en función de alcanzar y mantener durante un tiempo un criterio epidemiológico concreto (por ejemplo, el número de pacientes ingresados por Covid en los hospitales que, según los expertos, indique un nivel aceptable de control de la pandemia). Así esta medida podría actuar como un incentivo; buena parte de la población se esforzaría en respetar las conductas de prevención porque sabría que para pasar a una fase con menos restricciones es necesario alcanzar un objetivo concreto. Además, criterios de este tipo disminuirían la tolerancia hacia los incumplidores (que son los culpables del retraso en el avance), lo que podría contribuir a un cierto nivel de control social en la dirección correcta desde el punto de vista sanitario y económico.

d) Paralelamente, la información y propaganda dirigida a los ciudadanos desde las instituciones debería ser veraz y didáctica transmitiendo una sensación realista de peligro y contribuyendo al mantenimiento de las conductas de prevención. En esta línea, la contribución de los medios de comunicación podría ser inmensa.

Por ejemplo, los afectados que han sobrevivido y tienen secuelas podrían aparecer en los medios contando su experiencia. También es frecuente observar en los informativos de televisión a personas que no llevan mascarilla o que son entrevistadas llevando la mascarilla bajo la nariz o tan mal ajustada que se les cae. Teniendo en cuenta que ya no hay dudas acerca de que el uso de mascarilla disminuye las probabilidades de transmisión del virus (17) sería útil potenciar la conciencia sobre su uso correcto y aplicar un "castigo mediático" a quienes incumplen esta norma, utilizando algún recurso audiovisual (como señalar con una flecha el rostro del infractor al tiempo que se presenta un sonido o mensaje que exprese reproche).  Este sencillo recurso podría aplicarse a otras imágenes que muestren conductas inadecuadas en relación con la prevención. Hay que transmitir insistentemente en los medios cuáles son las conductas adecuadas y cuáles son las conductas peligrosas. Que se puede hacer compras, pero permaneciendo en el local el menor tiempo posible; que se puede pasear, pero sin pegarse a otros paseantes. Este tipo de ejemplos pueden considerarse exagerados pero sin duda contribuirían a mantener la conciencia de que el peligro sigue existiendo (lo que, sin duda, es cierto).

e) Volver a establecer limitaciones de horarios y lugares para la realización de actividades. No es comprensible que en las actuales circunstancias todo esté permitido en todo lugar y momento. En países tan cercanos como Portugal, todos los locales deben cerrar a las 11 de la noche y esto no supone ningún drama ni revuelta social.  Las actividades deportivas exentas de la obligación de utilizar mascarilla, como correr o ir en bicicleta, deberían limitarse a horarios concretos de forma que exista un lapso temporal para que quienes simplemente quieren pasear una hora al día puedan hacerlo sin temor a cruzarse con ellos. Las personas de edad avanzada han aprendido bien que son muy vulnerables y son conscientes del peligro. Muchas personas mayores continúan prácticamente autoconfinadas porque no se sienten seguras en las calles y paseos. No es extraño que la edad media de los ingresados haya disminuido.  

f) Según lo expuesto en los apartados 3.2 y 3.3, sancionar con eficacia el incumplimiento de las cuarentenas, tanto en individuos infectados como en sus contactos. Es evidente que los castigos no han sido tales, puesto que no han resultado eficaces para disminuir los comportamientos irresponsables (18). Por el contrario, lo que observamos es que se consienten las manifestaciones de los "negacionistas" (19) o que la amenaza, el castigo y la represión se dirigen impunemente contra quienes colaboran con las fuerzas de orden público para impedir que los contagiados se paseen libremente (20). Los contagiados que no guardan cuarentena constituyen una amenaza porque están arruinando nuestra salud y nuestra economía. Si la conducta irresponsable no tiene consecuencias, no disminuirá. Si las consecuencias sanitarias y económicas las siguen pagando los contribuyentes responsables, los irresponsables no cambiarán su comportamiento. Una persona puede ser negacionista, temeraria o antisistema, pero debería asumir las consecuencias. ¿Cuántos de los que van sin mascarilla, se saltan la cuarentena o  son desalojados por hacer fiestas continuarían realizando esos comportamientos si fueran identificados y se les condenara a pagar los gastos médicos de su bolsillo en caso de resultar infectados?

g) Las medidas restrictivas, sin excepciones, deben ser coherentes con los criterios epidemiológicos. La coherencia facilita la aceptación de la norma. ¿Con qué argumentos podemos intentar disuadir a los adolescentes para que no se reúnan a beber en la playa cuando ellos saben que esa conducta está permitida y se lleva a cabo diariamente en las terrazas de los bares?

4. Conclusiones.

- Las respuestas que han resultado eficaces para detener la propagación del virus en otros países y en el nuestro se han basado en un férreo control externo de los comportamientos. Pero "control" no significa restricción total. Ese control debe programarse por expertos sanitarios y economistas actuando conjuntamente. No por políticos.

- Es imprescindible localizar a los infectados (realizar tests) y conseguir que guarden la cuarentena. Si los infectados siguen entrando en contacto con otras personas durante el periodo en el pueden contagiar la enfermedad, todo el esfuerzo de localización y prevención resulta inútil.

- No debemos infravalorar el peligro. Nos guste o no, la presión expansiva del virus se mantiene a causa de nuestra conducta. Somos nosotros quienes transportamos y difundimos el virus. Por tanto, debemos reducir nuestros contactos a lo "imprescindible" durante el tiempo necesario para aliviar la presión que sufren el personal y los recursos sanitarios.

- Aunque nos gustaría, no podemos comportarnos del mismo modo que antes de la aparición de la pandemia. Por mucho que se quiera, la realidad es más terca que nuestra impaciencia y acaba imponiéndose. Los resultados de la temporada turística han sido desastrosos porque nuestro país no ha sido considerado un destino fiable. Los turistas han tenido conciencia del peligro y han hecho lo que nosotros no supimos hacer a partir de junio cuando la propagación del virus se había frenado: postergar el esparcimiento. Si no vamos llevando a cabo las adaptaciones necesarias (restricciones del comportamiento), regresaremos a confinamientos más duros y prolongados que los que serían eficaces a día de hoy. 

Alternativamente, podemos tomar ejemplo de Nueva Zelanda, uno de los países que ha reaccionado contra el virus con más éxito (21). Sirvan como conclusión de estas páginas las palabras de su primera ministra Jacinda Ardern al dar por terminado el confinamiento: "Reactivaremos la economía, pero no la vida social de las personas" (22).

Referencias.
(1) 31 de enero de 2020. https://www.20minutos.es/videos/salud/4137582-fernando-simon-espana- no-va-a-tener-mas-alla-de-algun-caso-diagnosticado/
(2) 26 de julio de 2020. https://www.elplural.com/sociedad/evolucion-curva-coronavirus-espana- contagiados-altas-muertes_237672102
(3) 1 de septiembre de 2020. https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20200906/espana-es- avanzadilla-de-la-segunda-ola-de-la-covid-en-la-ue-segun-informe-8101937
(4) 8 de septiembre de 2020. https://www.elmundo.es/economia/ 2020/09/08/5f57b2defc6c83876a8b45ab.html
(5) 20 de mayo de 2020. La conclusió n má s evidente de esos estudios es que la movilidad humana es el abono-transporte de este virus, que no viaja solo, que no tiene patas ni vuela más allá de dos metros y que, por tanto, se desplaza, dispersa y propaga a la velocidad que lo hacen los seres humanos. https:// www.eldigitalcastillalamancha.es/el-comentario/73603944/Movilidad-y-coronavirus-lo-que-dicen- los-numeros-y-los-expertos.html
(6) 3 de junio de 2020. Una buena parte de los especialistas en Derecho Contencioso-Administrativo de los bufetes de abogados está n convencidos de que las Administraciones Pú blicas van a tener di&icultades para cobrar las sanciones impuestas por saltarse el con&inamiento y el resto de medidas de aislamiento. https://www.eleconomista.es/legislacion/noticias/10581832/06/20/Las-multas- impuestas-durante-el-estado-de-alarma-no-prescriben.html
(7) 12 de marzo 2020. Sánchez ha apelado a la «responsabilidad» y «disciplina» de la ciudadanía «Cada ciudadano debe cuidarse para cuidar así de los demás» https://www.abc.es/espana/abci- gobierno-apela-responsabilidad-y-disciplina-ciudadania-202003121924_video.html
(8) 13 de abril de 2020. "Desde que empezó el estado de alarma, hace ya cuatro semanas, se han registrado un total de 650.000 denuncias por incumplir las medidas del con&inamiento." https:// www.20minutos.es/noticia/4225162/0/denuncias-espana-estado-alarma/
(9) Invito a quienes lean estas lıń eas a que busquen en Internet imágenes o testimonios de afectados por coronavirus en Españ a.
(10) 14 de agosto de 2020. https://www.abc.es/sociedad/abci-enganos-gobierno-para-negar-espana- pais-peores-datos-crisis-coronavirus-202009130139_noticia.html-vca=239299&vso=nw&vmc=20200913200002-0100-100-coronavirus_0425&vli=re_pa-not-2- txt&vus=0c994118c43941b2a1bb735dea0a5835
(11) 22 de julio de 2020. De las 25.618 personas que se han infectado por el nuevo coronavirus desde el 10 de mayo y hasta el 17 de julio, 12.715 no saben có mo se contagiaron (50%). https:// www.actasanitaria.com/mitad-nuevos-casos-covid-no-sabe-como-contagiado/
(12) 14 de septiembre de 2020. La Comisión Nacional de Sanidad de China informó de que el país asiático registró 10 nuevos casos del coronavirus SARS-CoV-2 en viajeros procedentes del extranjero este domingo, lo que supone que acumula 29 días consecutivos sin contagios locales. https://www.elimparcial.es/ noticia/209129/mundo/ultima-hora-del-coronavirus-en-china:-28-dias-sin-contagios-locales.html
(13) 26 de mayo de 2020. https://www.bbc.com/mundo/noticias-52762808
(14a) 17 de agosto de 2020. https://www.rtve.es/noticias/20200817/radiogra&ia-del-origen-brotes-espana-ocio-nocturno-acumula-menos-focos-pero-mas-casos/2040326.shtml
(14b) 30 de agosto de 2020. https://www.niusdiario.es/sociedad/por-que-espana-tiene-tantos-casos- coronavirus-covid-&iesta-ocio-nocturno-reapaertura_18_3002220243.html
(15) 2 de junio de 2020. https://okdiario.com/economia/merkel-macron-conte-&ian-sabios-expertos- comite-reconstruccion-sanchez-patxi-lopez-5693027
(16a) 20 de mayo de 2020. https://www.larazon.es/salud/20200520/ arckn3uq3nbdrotmsdctqrumsm.html
(16b) 11 de agosto de 2020. https://cosce.org/cienti&icos-espanoles-piden-una-evaluacion- independiente-sobre-la-respuesta-de-espana-a-la-covid-19/
(17) 20 de agosto de 2020. https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/ coronavirus/coronavirus-face-masks-what-you-need-to-know
(18) 19 de septiembre de 2020. https://www.lavanguardia.com/local/madrid/ 20200919/483553210843/madrid-1500-personas-incumplen-cuarentena-sanciones.html
(19) 16 de agosto de 2020. https://www.publico.es/sociedad/colon-coronavirus-mascarillas- distancia-seguridad-manifestacion-negacionista-pandemia-madrid.html
(20) 14 de septiembre de 2020. https://www.diariovasco.com/san-sebastian/grabacion-sur&ista- positiva-20200914203540-nt.html
(21) Obviamente el reducido número de habitantes de Nueva Zelanda en relación con su extensión di&iculta la comparación con otros paıś es como España. En relación con esta cuestión y con las sugerencias presentadas en el texto se recomienda la siguiente lectura:14 de agosto de 2020. https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/investigacion/es-posible-borrar-el- coronavirus-del-mapa-el-caso-de-nueva-zelanda/
(22) 8 de junio de 2020. https://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/ 2020/06/08/5ede03dd21efa08e4d8b45af.html 

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