Ir al contenido principal

La pandemia en la España “cainita”



Muchos políticos españoles afirman que el llamado “Estado de las autonomías” ha sido un inmenso éxito para España y aseguran, estableciendo una relación causal difícil de justificar empíricamente, que España ha obtenido sus grandes logros (sic) porque disponemos de esta organización del Estado. Nunca podremos saber en qué situación estaría España en este año 2020 si, en lugar de lo que conocemos, hubiéramos desarrollado un Estado centralizado.


Sin embargo, lo que escuchamos son permanentes comparaciones y reproches entre unas y otras autonomías. Reproches y comparaciones casi siempre alimentados por los propios políticos con gran interés en convencernos de lo bien que funcionan las autonomías gobernadas por su partido y lo mal que lo hacen las gobernadas por los del otro partido. Nuestros políticos, que se han educado desde muy jóvenes en esquivar los navajazos que se prodigan en el interior de las sedes de sus partidos, parece que se sienten muy cómodos en la confrontación.  


Y no hay tema con el que no se atrevan. Es un tormento para la inteligencia tener que soportar a políticos (y periodistas) hablando de “alta política” como lo hacen los forofos de equipos rivales. Todo el mundo discute sobre “qué autonomía tiene una mejor sanidad”, “qué autonomía obtiene los mejores resultados en el Informe PISA”, “qué autonomía tiene mejores o peores, más eficaces o ineficaces, prestaciones sociales”. 


Año 2020. Año de la pandemia mundial de la COVID19. 


A pesar de esa profecía o eslogan que decía “de ésta saldremos más unidos”, en esta España cainita, centrífuga y cada vez menos unida lo que toca es pelearnos por “quién lo está haciendo peor y quién lo está haciendo mejor”. “Quién” se refiere a “qué gobierno autónomo”.   


Y resulta que sin ningún rigor científico y sin unas bases de datos mínimamente fiables, los mismos políticos (y tertulianos) que hablaban maravillas de nuestro “Estado de las autonomías” se lanzan arrebatados a establecer relaciones causales entre la gravedad de la evolución de la pandemia en cada autonomía y la eficacia de las medidas tomadas por sus gobernantes. Eso sí, siempre apoyando al gobierno de la autonomía de su propio partido. 


Vamos a tratar de centrar esta cuestión. En estas últimas semanas o meses, hemos llegado a un cierto acuerdo sobre la manera de evaluar la gravedad de la evolución de la pandemia, algo impensable durante los meses más duros de la primera ola (Marzo a Mayo de 2020). 


Ahora ya hemos acordado que la gravedad de la situación no sólo se mide por la cantidad de enfermos y fallecidos, sino que podemos ir un poco adelantados a los hechos más graves y evaluarla a través de (1) las tasas de incidencia acumulada a 14 días (número de personas con PCRs positivos), (2) el porcentaje de PCRs positivos sobre el número de PCRs hechos y (3) el grado de presión hospitalaria (porcentaje de camas de hospital y de plazas de UCI ocupadas con enfermos COVID19). 


Dos consideraciones: 


Primera: La permanencia sin mascarillas en lugares cerrados durante un periodo largo de tiempo puede facilitar mucho el traspaso del virus de persona a persona y el contagio de la enfermedad. España tiene un tipo de vida social muy diferente al de otros países del mundo (número de bares, personas que frecuentan los bares, costumbres de reuniones familiares) y muchas personas que no cumplen las medidas de seguridad. ¿Alguien puede creer que la baja incidencia acumulada actual en Asturias, Valencia o Andalucía (a diferencia de la elevada en Navarra, País Vasco, Aragón o Madrid) se deba a que la gente va menos a los bares o hace menos reuniones familiares en Oviedo, en Alicante o en Cádiz que en Zaragoza, en San Sebastián o en Pamplona? ¿La gente se pone más mascarillas en Málaga que en Bilbao? No sé si es verdad o no, pero no parece ni creíble ni fácilmente explicable.


Segunda: No parece fácil establecer relaciones causales entre las políticas preventivas (las medidas de restricción de la movilidad o el cierre de comercios, etc.) o de salud pública (número de PCRs realizados y número de rastreadores) de cada autonomía y el número de contagios. ¿Tan diferente lo ha hecho Asturias de Aragón, o Valencia de Castilla y León, o Madrid de Andalucía? 


Vamos a suponer que el tipo de vida social es similar en todas las regiones y que las diferencias en gravedad de la pandemia se deban a las medidas preventivas o de restricción más o menos eficaces tomadas por cada gobierno autónomo. ¿Se puede justificar que ante semejante catástrofe sanitaria y económica no se hayan unificado con la máxima urgencia todas las medidas que se deben de tomar en función de unos criterios comunes (los que sean, pero comunes)? 


Sólo dos cuestiones: 

  • Cantidad de PCRs por habitante y número de rastreadores. Si es verdad que hay diferencias, ¿es posible que no haya sido obligatorio desde Mayo que en todas las provincias y CCAA se trabaje con el mismo criterio de número de PCRs y de rastreadores por habitante?¿Es posible que no haya tremendas rebeliones sociales por el hecho de que sea más fácil enfermar o morirse en una CCAA que en otra por razones evitables?
  • En España hay diferencias entre CCAA en el número de camas hospitalarias por habitante, en el número de UCIs por habitante. Hay también diferencias entre CCAA en el gasto en sanidad: en miles de euros por habitante, en el porcentaje del PIB y el porcentaje del total de gasto. En la España actual de las autonomías nos echamos en cara que en algunas regiones estos recursos se saturan antes. Y lo hacemos a la vez que sabemos (o deberíamos de saber) que unas CCAA aportan más a la Hacienda común que lo que gastan y que otras CCAA gastan más de lo que aportan. 

Vuelvo a la profecía y eslogan publicitario de “saldremos más fuertes y más unidos”. Lo que de verdad hemos oído son acusaciones a alguna CCAA de ser un peligro para las demás autonomías. Se ha oído mucho con Madrid, pero no con Vitoria que fue tremendamente atacada por la epidemia en el mes de marzo. Y es curioso que las acusaciones vengan de políticos del partido que no gobierna en esa CCAA o de políticos de las provincias limítrofes que (casualidad) tampoco son del partido que gobierna en Madrid.


Da la impresión de que los políticos españoles ya no tienen ninguna vergüenza ni ningún escrúpulo. Es el momento de exigirles que dejen de azuzar las bajas pasiones, de incentivar y provocar las envidias, las rencillas de malos vecinos con las que nos enfrentamos. Es el momento de exigirles que dediquen sus esfuerzos a volver a unir a todos los españoles alrededor de un proyecto común y, en esta situación de dramática urgencia, alrededor de un abordaje común de esta pandemia. Sería suficiente con conseguir que se utilicen los mismos criterios y las mismas medidas en todos los rincones de España. Y con dejar de arrojarse unos a otros los enfermos, los fallecidos y todas las desgracias económicas que se nos echan encima. O que se vayan a hacer otra cosa.


Creo que muchos españoles viven esta situación con angustia y tristeza. Algunos con la suficiente angustia y tristeza como para desear a veces no haberlo sido.


                                                                                                                                            Maqrol

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué país es para viejos?

                                                     Se han escrito muchas opiniones, se han hecho muchas valoraciones y se han proporcionado muchos datos sobre la esperanza de vida y los diferentes grados de calidad de vida que se puede esperar disfrutar en cada uno de los países, regiones, continentes del mundo.   En la Tabla siguiente se pueden ver datos aceptados por la comunidad científica internacional. Si nos atenemos a los datos sobre esperanza de vida, el país que lidera el ranking es Japón. Le sigue España, en el segundo lugar del mundo. Varios países tienen una esperanza de vida superior a los 82 años. Llama la atención que en USA la esperanza de vida no alcance los 80 años y que en Rusia se quede en los 71,5 años. Como la mayoría de la gente sabe, esta esperanza de vida es significativamente superior en las mujeres que en los varones. PAÍS ESPERANZA DE VIDA Nº MEDIO AÑOS VIVO CON ENFERMEDAD IMPORTANTE   PIB per capita Japón   83,9 10,78 36.452$ España   83,0 10,35 31.556$ A

La anti selección natural

El éxito evolutivo de la especie humana radica en su capacidad de contrarrestar la influencia de los cambios ambientales, de las mutaciones y de la selección natural. Hasta cierto punto los humanos se han liberado de las leyes de la selección natural que afecta al resto de especies sustituyéndola por lo que podríamos denominar una "anti selección natural". Hoy en día se consigue la supervivencia de quienes por puro azar han sufrido accidentes graves o mutaciones causantes de una enfermedad que hace no muchos años habrían resultado letales. Y también se salva la vida de quienes libremente, no por azar, llevan a cabo comportamientos imprudentes que en cualquier otra especie habrían tenido consecuencias fatales para sus protagonistas. Se rescata al insensato que a pesar de las advertencias quedó atrapado en la nevada, se consigue salvar la vida del conductor que se estrelló por no respetar los límites de velocidad o la del joven que entró en coma etílico durante una noche de jue